Olor a Chamusquina

Los compañeros decidieron antes de nada acercarse a la posada donde se hospedaron el día que llegaron a Aguas Profundas, La Carreta Llameante parecía ser el lugar idóneo donde recabar información sobre ese Jala Mirt y otros asuntos de esa índole.
El posadero no les dio demasiadas pistas sobre lo que se iban a encontrar en el Leon Burlón, pues esa era la posada que frecuentaba Jala Mirt, el supuesto comerciante era un hombre de baja reputación y al parecer con muchos enemigos. La posada era el lugar perfecto para sus "negocios".
Puestos en marcha hacia su objetivo, los compañeros debatieron sobre el plan para llegar hasta el comerciante. Akrurk propuso entrar con la semiorca como si se tratara de un comerciante y su guardaespaldas, Thorgrimm entraría unos minutos antes para reconocer el terreno y Norrill esperaría fuera por si las cosas se ponían feas.
Thorgrimm entró en primer lugar y se dirigió al posadero para reservar una habitación, el establecimiento era terriblemente caro pero aún así siguió con su plan. No pasó desapercibido un hombre de la barra con aspecto desaliñado protegido por unos cuantos matones. Decidió entonces subir a las habitaciones a reconocer el terreno.
En ese instante entraron Tessela y el mago, haciendo una horrible interpretación, Akrurk se hizo pasar por un poderoso comerciante aunque el posadero no pareció caer en la trampa. Sólo dijo que si quería entrevistarse con Jala Mirt debería hacerlo por sí mismo ya que era un cliente habitual y no deseaba molestarle.
Tessela se acercó entonces al grupo de la barra pues según el posadero, se trataba de Jala Mirt y sus secuaces, preguntó sobre el comerciante y un gran semiorco le expulsó diciendo que ahí no tenía nada que hacer. La semiorca le comentó que "su señor" quería entrevistarse con Mirt pero la respuesta fue casi idéntica. El plan había fracasado, ahora sólo cabía esperar algún acontecimiento para actuar.
Thorgrimm por su parte intentó recabar información sobre las habitaciones y sus huéspedes con poco éxito. Una vez más, su familiar el halcón, no supo acatar sus órdenes.
Norrill, desesperado y sin saber qué ocurría en el interior de la posada, se decidió a entrar para observar qué habían conseguido sus compañeros. Allí se encontró con el resto pero no quiso que le relacionaran con ninguno de ellos, escribió su plan en un trozo de papel y disimuladamente lo dejó caer en la mesa de la semiorca y el mago. Fue en ese instante cuando hizo su aparición otra especie de banda de comerciantes, Jala Mirt puso gran interés en ellos, al parecer tenía que cerrar un trato de suma importancia.
Tessela y Akrurk decidieron entonces simular una pelea para atraer la atención de los presentes pero sólo provocaron las risas de los parroquianos sin mayores efectos.
El druida que no quería irse con las manos vacías decidió entonces lanzar un hechizo que hizo aparecer una niebla que cubría casi toda la posada. El caos se apoderó de la clientela, Thorgrimm se deslizó por la barra y consiguió hacerse con una bolsa. Tessela tropezó con algo, al parecer un cadáver intentando arremeter contra los bandidos. Por su parte, Norrill y Akrurk salieron de la posada, este último gritando "¡FUEGO!" con la intención de que no lo relacionaran con el acontecimiento.
En el interior del establecimiento el forcejeo era imprevisible, nadie sabía a quién atacaba. Thorgrimm fue apresado por un bandido y Tessela logró impactar con su poderoso puño a algo. Finalmente el hechizo expiró, el druida y la semiorca se vieron acusados del asesinato de Jala Mirt pero el posadero les recomendó que huyeran lo antes posible para salvar el pellejo. Probablemente no tenía en tan buena consideración a Jala Mirt.
La guardia hizo su presencia en la posada y los compañeros decidieron huir lejos para que no los relacionaran con los sucesos acontecidos.

CONTINUARÁ...