SIERVOS DE LA REINA ARAÑA

Este blog es un más un compendio de nuestra partida que un diario de campaña y cada día sigue creciendo. Espero que sea de vuestro agrado.

Un saludo a todos.

8/4/08

Una Misión Inesperada

Como cada tarde, los compañeros Norrill, Tessela, Thorgrimm y Triss estaban reunidos alrededor de una mesa de la conocida posada "El Camino Polvoriento", regentada por su buen amigo Sammson. Esa tarde había algo en el ambiente que les hacía pensar que estaban más cerca de convertirse en aventureros que nunca. De pronto, la puerta de la taberna se abrió con un golpe seco. Un hombre malherido se desplomó en el suelo.
Thorgrimm al conocer algo de magia curativa no dudo en tratar de auxiliar a aquel hombre. Sammson, que se había mostrado preocupado por el incidente, les encomendó a los compañeros que llevaran al hombre a la porpiedad de Randamis, un semielfo muy conocido en la ciudad, ya que era uno de sus sirvientes.
Una vez en la mansión y tras un leve incidente con los guardias, los nuevos héroes fueron recibidos por Randamis Ambleer quien fué muy hospitalario con ellos. Tras una breve negociación, aceptaron la misión de averiguar las causas que provocaron que la expedición de Randamis no sólo fracasara, sino que fuera aniquilada. Les prometió recompensas y les ofreció comida y alojamiento. Randamis estaba especialmente interesado en Triss debido a su ascendencia élfica.
A la mañana siguiente, los compañeros partieron hacia el lugar donde se había producido el conflicto sin demora. El camino no era largo y transcurría sin ningún acontecimiento destacable hasta que se toparon con un viejo vagabundo. Al parecer, y como descubrió Norrill, se trataba de un ratero que intentó robar las posesiones de Tessela, una vez delatado, devolvió todo lo que tenía y huyó evitando cualquier enfrentamiento.
Llegando al Cerro de los Buitres, donde se había producido la emboscada, divisaron unas figuras voladoras bastante grandes para ser animales corrientes. Norrill trató de ponerse de inmediato a cubierto cuando todos se percataron del inminente ataque de los buitres gigantes, soltando su escudo y corriendo hacia el cerro. Triss buscó cobijarse entre los árboles, aunque esto último no fue efectivo. Los pájaros gigantes soltaron rocas contra las cabezas de los compañeros y desaparecieron en el interior del risco, probablemente para reponer la munición. Mientras tanto, Tessela y Norrill buscaron algún modo de llegar a las cuevas del Cerro y finalmente tuvieron éxito.
Tras varios intentos de alcanzar el saliente, Tessela consiguió acceder y ayudó al resto. Una especie de gruta conectaba con una serie de cavernas poco ortodoxas. Tras reponer fuerzas y relajarse un poco, reanudaron la marcha y encontraron una caverna con un sinfin de nidos de buitres. Estos buitres no eran como los que les habían atacado, eran bastante comunes. Thorgrimm, conocedor de todas las especies que habitaban en Faerûn, trató de aproximarse a uno de los nidos pero fracasó en el intento de comunicarse con el animal y recibió un buen picotazo. El ocaso se hacía presente en una gran abertura que daba al exterior del risco.

CONTINUARÁ...

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