SIERVOS DE LA REINA ARAÑA

Este blog es un más un compendio de nuestra partida que un diario de campaña y cada día sigue creciendo. Espero que sea de vuestro agrado.

Un saludo a todos.

12/4/09

Venganza

Tras unas semanas, Trent huyó de Cataratas de la Daga. Su arrogancia era sólo comparable a su cobardía y el miedo a una represalia por parte del infame Colderan le hizo retroceder.
Por otra parte, los Zhentarim vieron en el mago un potencial aliado que les permitiría iniciar su control sobre el resto de los valles a cambio de otros favores. Y así se iniciaron las negociaciones, hasta tal punto que esta misma semana se coronaría a Colderan como Alguacil del Valle de la Daga.
Randal Morn organizó una reunión secreta con dos de los más notorios Elegidos de Mystra, Khelben y Elminster, en el Valle de la Daga. A esta reunión fueron invitados, como guardaespaldas de Khelben, Wendy, una prometedora bardo/druida y un controvertido tieflin. Por su parte, Elminster convocó a la reunión algún representante del vecino reino Cormyr, llamada a la que acudió el soldado Artemus Vaengar.
Debatiendo los hechos que les habían reunido en el mítico valle, Khelben avistó a dos polizontes que no habían sido invitados. Se trataba de Ikeron, un mediano con grandes dotes de infiltación y Cron, un semielfo que no cumplía con los estereotipos de su raza. Como vio que podría utilizarlos para la misión, el mago les propuso acompañar al Tieflin, Wendy y el soldado de Cormyr a derrocar a Colderan y quién quiera que lo había devuelto a la vida, pues este era su cometido.
Una vez cerrado el acuerdo, la extraña compañía se puso en marcha hacia el Valle de la Daga.
Extrañamente, algunos de ellos iban a pie y otros a caballo lo que hizo que la travesía durara más de lo estimado. Aún así, el viaje fue relativamente tranquilo, lo que les dio la oportunidad para conocerse mejor.
Cuando llegaron a Cataratas de la Daga, se toparon con una patrulla Zhentarim que les exigió un diezmo por acceder a la capital del Valle. Wendy, con grandes dotes de diplomacia, les convenció de que estaban invitados por el Alcazar Zhentil a la coronación de Colderan. Poco más tarde se encontraron con el que seguramente sería el único enano que aún deambulaba por el Valle de la Daga, se trataba de Ëberk, enano del clan Bladebright que había sido enviado para analizar lo que estaba pasando en su antiguo hogar. Así, se dirigieron a la única taberna que aún seguía "abierta" después de la huida de Trent, La Daga Rota. Allí, dos hobgoblins utilizaban unas grandes barras de hierro para apartar de la barra a los clientes pesados o simplemente por la diversión que otorga la autoridad.
Una vez más, los compañeros lograron que el Ogro que estaba al mando de la posada fuera algo condescendiente con ellos y les permitiera pasar la noche en un cuartucho destartalado, no sin antes pagar un precio desorbitado.
Durante la noche, Ikeron oyó una conversación a través de la ventana mientras hacía guardia. Se trataba de una pareja de guardias Zhentarim que hablaban sobre la coronación de Colderan y que eso no suponía un cambio sustancial para su trabajo.
A la mañana siguiente, en la sala común de La Daga Rota, un hombre encapuchado se dirigió a Wendy y le susurró: "sé lo que estáis tramando, reuniros conmigo al atardecer en las ruinas del templo". Ikeron siguió al siniestro hombre hasta un edificio abandonado donde al parecer vivía en clandestinidad con más personas. No tenían nada que perder, asi que se dirigieron al templo a la hora acordada.
El camino parecía despejado y la densa niebla parecía ocultar sus planes. Cuando llegaron a la entrada de las ruinas del templo, una pareja de guardias Zhent les sorprendió. Wendy les convenció de que estaban investigando las ruinas por orden de Colderan y Artemus era su guardaespaldas, uno de los zhents les acompañó para verificar su historia y el otro se quedó vigilando al resto. Gracias a la densa bruma, varios de los compañeros accedieron al complejo de cavernas sin que el guardia se percatara. Allí hallaron a Loudon, quién dejó un par de secuaces vigilando lo que pasaba con el resto del grupo. Al final, todos accedieron a las catacumbas y el guardia zhent, aunque reticente debido a las historias sobre fantasmas y extrañas criaturas que se relataban en su círculo, entró a investigar qué pasaba. Todo fue según lo esperado y la emboscada perfectamente planeada acabó con el zhent, ahora tenían que pensar cómo iban a ocultar su asesinato.
Artemus y Wendy se dirigieron a hablar con un comandante Zhent, éste, al oír su explicación, pidió al guardia que le acompañara y en un lugar cercano le susurró algo y le lanzó una bofetada. Poco más tarde, el mismo guardia les dijo que tenían vía libre para explorar las ruinas y que él mismo les acompañaría de vuelta. El resultado fue una gran emboscada y un zhentarim menos.
Ya todos reunidos, Loudon explicó los planes de los Jinetes Libertadores de Randal Morn. Planeaban asaltar la Torre del Alguacil justo la noche de la coronación de Colderan pero para que su estratagema fuera un éxito debían acabar con el mago antes de que llegara a la sala común. Loudon les proporcionó información sobre los turnos de guardia y les explicó que tenían a un infiltrado. Como el grupo habló de disfrazarse de guardias Zhentarim, el rebelde les dijo que podía proporcionarles un disfraz adicional, con lo que tendrían tres disfraces disponibles.
Finalmente se pusieron manos a la obra, decidieron simular que Ëberk era un prisionero gracias a los grilletes de Cron y que debía entrevistarse lo antes posible con Colderan. El resto se disfrazaron o bien se infiltraron, como era el caso de Ikeron. Al principio todo fue bien, lograron acceder al edificio, pero cuando iban a tomar rumbo al despacho de Colderan, un comandante Zhentarim les ordenó que llevaran al enano a los calabozos, pues el mago no tenía tiempo ahora para entrevistarse con nadie.
Una vez en la prisión y con un maravilloso plan frustrado, se encontraron con Eragyn, una sacerdotisa encarcelada que afirmaba haber devuelto a la vida a Colderan pero que éste la había encarcelado, quería hacerse con el control del Valle pero el mago no fue condescendiente con ella. Pidió a los compañeros que la liberaran pero, tras sacarle algo de información, el tieflin le lanzó dos flechazos con sus ballestas. La sarcerdotisa intentó defenderse y armó escandalo para alertar a la guardia pero esto no la salvó de una violenta muerte.
El comandante Zhent, al ver que había jaleo, mandó a su compañero a investigar, Ikeron se había escondido tras la puerta y cuando el guardia accedió al pasillo de la prisión le tendieron una emboscada. Tras él, el comandante también accedió a la prisión y por suerte corrió la misma suerte, parecía que ahora ya tenían vía libre para ver a Colderan.
La puerta del despacho del mago estaba cerrada y decidieron esperar a que el mago saliera rumbo a la sala común donde se iniciaría la ceremonia para tenderle otra emboscada. Tras un par de horas, alguien giró el pomo de la puerta, un soldado zhentarim accedió al pasillo y como notó algo raro, hizo retroceder al mago y a otro compañero con el que formaba la pareja de guardaespaldas de Colderan. Esto le permitió al mago lanzarse algunos hechizos defensivos, intuía que iban a ser atacados en su propio territorio.
A los compañeros no les quedó más remedio que atacar ferozmente y finalmente el pasillo se convirtió en el escenario de una lucha abierta entre los dos guardaespaldas y el mago contra los infiltrados. Algunos de ellos corrieron riesgos y el mago, sabedor de que su única oportunidad era lanzar su conjuro más letal, sacrificó al guardia zhent superviviente al invocar su mortífera bola de fuego. Artemus y Wendy fueron totalmente aniquilados por la explosión pero el mago quedó a merced de las terribles ballestas del tieflin y finalmente fue derrotado.
Casi al unísono, los Jinetes Libertadores irrumpieron en la sala común y se produjo una terrible carnicería, los zhentarim eran muy superiores en número, pero la destreza y la motivación de los rebeldes hizo que la balanza se decantara de su lado, aunque a un alto precio, Loudon pereció irremisiblemente.
Los zhentarim supervivientes huyeron de las Cataratas de la Daga, pero seguramente estarían planeando de nuevo su ocupación. Ahora Randal Morn debía tener un papel crucial en la lucha por el trono que le correspondía.

2 comentarios:

Wendy desde el cielo dijo...

Maldito Colderan, ha terminado con una barda/ druida prometedora...
Como un personaje mío vuelva al valle de la Daga y nos salga otra vez Randall Morg habrá que decirle que si quiere aspirar al trono no puede depender de aventureros nuevos para hacer cualquier misión, el tío seguro que cuando se siente en su trono tan pancho pensara en lo difícil que le ha resultado recuperar su reino mientras yo me pudro en el cielo (si, no me ha dado tiempo a matar a nada para aspirar al infierno).
Aún así el caso de Artemus es peor, xD. Yo ni siquiera me había apuntado los hechizos...

PD: ¿Que pasa al final con lo del enemigo racial del tiflin? Jajaja. A lo mejor vino persiguiendome desde Aguas Profundas para matarme.

Kirethe dijo...

No he podido parar de reirme leyendo la que armó luis con la sacerdotisa XDDD, me habría gustado estar allí. Y he visto que casi vuelve a ganar el mago XD.